martes, 28 de julio de 2009

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RADIOGRAFIA
de un
DELITO
Este ensayo se envia gratuitamente




Interesante ensayo sobre el delito del NARCOTRAFICO.

A través de serias REFLEXIONES de un hombre que estuvo dentro del vientre de esta actividad delictiva se puede ver una óptica clara de la industria ilegal del tráfico de estupefacientes.

Pídalo y se le enviará gratuitamente en formato PDF a: tony43@hotmail.es.

lunes, 27 de julio de 2009

NARCOTRAFICO
EN COLOMBIA
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Narcotráfico en Colombia se refiere a la evolución histórica de la producción y distribución de drogas ilícitas de efectos psicotrópicos en Colombia, desde sus inicios hasta la actualidad.

Colombia ha tenido cuatro de los carteles de narcotráfico más poderosos del mundo, que en algunos lugares crearon una nueva clase social e influenciaron grandemente la cultura colombiana.

El uso de la hoja de coca, la marihuana y otras plantas, había sido parte del estilo de vida de algunas comunidades indígenas a lo largo de América del Sur, pero la demanda mundial de drogas psicoactivas durante las décadas de 1960 y 1970 incrementaron la producción y procesamiento de estas en Colombia.

Se implementaron leyes de prohibición en Estados Unidos y en Colombia para sofocar el efecto negativo de las drogas en la sociedad y castigar a quienes las cultivaran, poseyeran, comercializaran o distribuyeran.

Desde el establecimiento de la guerra contra las drogas, los Estados Unidos y algunos países europeos han proveído al gobierno colombiano ayuda logística y financiera para implementar planes que permitan combatir el tráfico de drogas.

El programa más notable ha sido el polémico Plan Colombia, el cual también está destinado a combatir los grupos armados ilegales calificados por estos países como terroristas, entre ellos paramilitares y guerrillas, que en la década de 1980 empezaron a financiar sus actividades con esta actividad ilícita.

A pesar de estos programas Colombia sigue siendo el líder mundial en producción de cocaína con aproximadamente el 70% del total de distribución a nivel mundial y el 90% del procesamiento, según un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos en 2004.[1]

En junio de 2008 se reveló un informe de las Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, en el que alertaba del crecimiento de cultivos de cocaína en el país durante 2007. Mientras que en 2006 los cultivos comprendían 78.000 hectáreas sembradas, en 2007 aumentaron a 99.000.[2]

Carteles de la droga

Con la prohibición, productores y traficantes formaron carteles clandestinos armados. Durante la década de 1980, al incrementarse la demanda, los carteles se expandieron y se organizaron en grupos criminales de mayor envergadura usualmente liderados por uno o más capos como fue el caso del Cartel de Medellín o con un liderazgo confederado tal como sucedió con el Cartel de Cali o el Cartel del Norte del Valle. Algunas de estas organizaciones criminales emprendieron guerras contra el Estado al tratar de evitar los tratados de extradición con Estados Unidos y cometieron actos terroristas contra la población civil, actos que se extendieron con la guerra entre carteles. Ya en las décadas de 1990 y 2000 varios de estos carteles consolidaron una infiltración en las instituciones del Estado al tiempo que consolidaban igualmente las alianzas con grupos al margen de la ley incluidas guerrillas y paramilitares.

Cartel de Medellín

Artículo principal: Cartel de Medellín
Existió desde la
década de 1970 y desapareció alrededor de 1993 con la persecución y muerte de Pablo Escobar . Sus miembros principales fueron Pablo Escobar como jefe máximo, Gonzalo Rodríguez Gacha (alias "El Mexicano"), Carlos Lehder y los Hermanos Ochoa (Fabio, Jorge Luis y Juan David).

Cartel de Cali

Miguel Rodriguez Orejuela escoltado por agentes de la DEA antes de ser extraditado a los Estados Unidos.
Artículo principal:
Cartel de Cali
Surgió de la mano de los hermanos
Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela. En su época dorada, el Cartel de Cali fue señalado por las autoridades estadounidenses de ser el responsable del envío del 80% de la cocaína que llegaban a las calles de ese país, razón por la cual llegó a ser catalogado como la organización criminal más peligrosa del planeta.[3] Existió desde la década de 1970 hasta 1995, cuando fueron capturados los hermanos Rodríguez Orejuela.

Cartel del Norte del Valle

Artículo principal: Cartel del Norte del Valle
El Cartel del Norte del Valle, operó principalmente en el Norte del
Valle del Cauca, al Suroeste de Colombia, tuvo un importante crecimiento a mediados de los años 1990, después de que los carteles de Medellín y Cali se fragmentaran. Éste desapareció finalmente cuando en el año 2008 su jefe Wílber Varela alias Jabón fuera asesinado el 28 de enero y sus otros dos líderes Juan Carlos Ramírez Abadía alias Chupeta y Diego León Montoya Sánchez alias Don Diego fueran extraditados a Estados Unidos.

Cartel de la Costa

Artículo principal: Cartel de la Costa
El Cartel de la Costa o Cartel de la Costa Atlántica fue una agrupación dedicada a la fabricación y tráfico de droga que funcionaba en la ciudad de
Barranquilla y en la Región Caribe en el norte de Colombia, controlaba el comercio de droga con otras regiones del país y con países limítrofes además de la producción local. El jefe del Cartel de la Costa era Alberto Orlandez Gamboa alias "Caracol" quien fue extraditado a Estados Unidos en el año 2000 y condenado a 40 años de prisión en 2005.[4]

HISTORIA
DEL
NARCOTRAFICO
EN
MEXICO



En el periodico Expreso sale publicada esta nota de la agencia El Universal en la que algunos expertos son citados sobre el tema de como es que surgio el narcotrafico en nuestro país. Hecho curioso los que empezaron este asunto fueron los “Chinos” que despues de la crisis minera vieron la oportunidad de comercializar el Opio. Aqui les dejo el articulo completo: Por Javier Cabrera MartínezAgencia El Universal



CULIACÁN, Sinaloa.- En un inicio, en la década de los 40 del siglo pasado, la ignorancia y la extrema pobreza indujeron a campesinos de la zona serrana en la que confluyen Sinaloa, Durango y Chihuahua, que forman el denominado Triángulo Dorado de la Droga, al cultivo de la mariguana y amapola.
Esta actividad, con el paso del tiempo, se convirtió en una enorme mina de oro para los cárteles de la droga, pero también trajo consecuencias funestas para la población por la violencia que desató.
Esto, según afirmó Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública federal, en un foro organizado por El Universal el 21 de mayo, permitió crear bases de apoyo en una ciudadanía que no los denuncia por temor a sufrir igual suerte que los integrantes de organizaciones rivales.
Por sus condiciones geográficas y climáticas, el municipio de Badiraguato ofreció refugio a los cultivadores de plantas tóxicas, a fin de extraer de sus bulbos los narcóticos para el suministro médico de las tropas estadounidenses en guerra.
Las reseñas orales sobre la historia negra de las drogas en Sinaloa hablan de los sucesos de esa época que han sido recogidos por historiadores y escritores locales.
Los escritos precisan que el cultivo de la amapola no la implantó ningún lugareño del denominado Triángulo Dorado de la Droga, sino los chinos que llegaron al país como mano de obra barata para el tendido de vías para el ferrocarril.
Crisis minera
Al escapar de la expulsión, entre 1880 y 1920, los asiáticos se asentaron en Badiraguato, para transmitir las técnicas de siembra de la adormidera y su procesamiento en heroína, explica el investigador universitario Samuel Ojeda Gastélum.
La amapola, que como flor de ornato en patios y jardines era un gran atractivo, se volvió codiciada con la crisis de la actividad minera y la desaparición de cortijos que daban ocupación a pobladores de Alisos, San Javier, Santiago de los Caballeros, Otatillos, Tameapa y Tepeacan, en el municipio de Badiraguato.
Agrega que en el año de 1939 prolifera la siembra de la amapola y se configuran grupos recolectores de los jugos vegetales que se extraen de sus bulbos para convertirlos en heroína.Aunque no tiene información oficial que sustente estas versiones, dice que fuertes capitales fueron inyectados a esta clase de cultivos, ante el ⿿gran disimulo⿝ de las autoridades.
Tierra Blanca
Para el escritor Leónidas Alfaro Bedolla, autor de las novelas Las Amapolas se tiñen de rojo y Tierra Blanca, la goma de opio -producida inicialmente con fines médicos- se transformó en un negocio.En la posguerra, aumenta la siembra y el tráfico de la goma se organiza en forma clandestina en la ciudad capital, en un barrio clave, con características semirurales: Tierra Blanca.
Nacido en ese lugar, en 1945, el novelista recoge historias sobre los gomeros y añade que al término del conflicto bélico, la demanda de narcóticos crece con el retorno de soldados adictos de Estados Unidos.
El catedrático, político izquierdista e investigador del tema, Gregorio Urías Germán, observa que después de los 60, el negocio se concentra en pequeñas familias del barrio de Tierra Blanca.Las figuras emblemáticas de esos años, Eduardo Fernández, Don Lalo, y Jorge Favela, se convierten en las cabezas visibles del tráfico, con recolectores de la goma en la sierra, y los apellidos Fonseca, Caro, Payán, Quintero, comienzan a emerger.
Se conoce que en 1941, en forma oficial, por primeras vez, autoridades de Sinaloa comisionan al jefe de la Policía Judicial del estado, Alfonso Leyzaola, a emprender acciones en contra de los cultivadores de mariguana y adormidera.
El primero de abril de ese año, el jefe policiaco, en la administración del gobernador Rodolfo Tostado Loaza, al mando de un fuerte grupo, ubicó y destruyó un predio sembrado de amapola y decomisó varias latas de goma en una zona cercana al poblado los Alisos, en Badiraguato.
Primeros ajustes
Horas después, en una cañada cercana al poblado Santiago de los Caballeros, 12 hombres ocultos en las partes altas, emboscaron al jefe policiaco Alfonso Leyzaola y su gente. Una lluvia de balas hace huir a los uniformados estatales.Sólo Francisco Urías, ayudante del jefe de la Policía Judicial, se quedó para auxiliarlo y trasladarlo herido a una choza cercana, de donde poco después, los narcotraficantes lo sacaron para someterlo a tortura y luego colgarlo de un árbol como advertencia al Gobierno y a la población.
Surgen capos
El investigador Ojeda Gastélum, con doctorado en Historia, destaca que con el crecimiento en la demanda de enervantes y la formación de una nueva generación de gomeros forjados en sus comunidades rurales, emergen figuras como Pedro Avilés, ⿿El león de la sierra, y Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto.
Con estos nuevos personajes, otra camada de jóvenes, entre los que destacan Rafael Caro Quintero, Juan José Esparragoza Moreno, alias El Azul; Rubén Cabada, entre otros, incursionan en el negocio.
Desplazamiento
Para los analistas del fenómeno del narcotráfico, la lucha que libró el Ejército en el Triángulo Dorado de la Droga, sólo logró apaciguar la violencia en un periodo muy corto, pues los antiguos gomeros fueron desplazados por nuevos personajes como Miguel Félix Gallardo, con una nueva visión en su estructura operativa.
El cruce de los embarques de cocaína, procedentes del sureste de la República Mexicana, cuyo negocio es más rentable que el tráfico de mariguana y adormidera, dio origen a los cárteles y el surgimiento de otra nueva generación de traficantes, cuyos nombres tomaron fama en el país: Los hermanos Arellano Félix, Manuel Salcido Uzeta, Amado Carrillo Fuentes y Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, quien está prófugo.
Ethan Nadelmann*
Calderón y el combate al narcotráfico

Parecería que el nuevo presidente de México, Felipe Calderón, estuviera haciendo lo correcto parareventar a los narcotraficantes en México.

Designó a gente nueva en los puestos militares y de procuración de justicia que son clave, desplegó tropas para ponerle fin a la violencia relacionada con las drogas, reafirmó el poder de la policía federal, extraditó a los principales traficantes a Estados Unidos y dio luz verde para clarificar la legislación mexicana en la materia.

Pero todo lo anterior no hace suponer que haya esperanzas de que México haya emprendido, realmente, un viraje en sus esfuerzos por controlar el tráfico ilegal de drogas.

Como guía de lo que realmente se ofrece, basta tan sólo dar un vistazo a los sexenios anteriores. Lo que el presidente Calderón está haciendo difiere muy poco de lo que hicieron sus predecesores al iniciar su periodo en el cargo.

Y los resultados son siempre los mismos, alentadores al inicio y después todo recomienza: las bandas de narcotraficantes se reagrupan en torno a nuevos líderes y nuevas conexiones; los funcionarios, antes incorruptibles, comienzan a corromperse; la policía de todos los niveles y de todos los tintes de probidad, tiemblan de miedo ante las balas de los asesinos. Y una vez más lo mexicanos se preguntan por qué el ciclo parece no terminar nunca.

Algunas cosas cambian, por supuesto, como las identidades de los traficantes y de los policías que los procuran y protegen, y el tipo de drogas que trafican. Ahora está caliente la metanfetamina, acicateada en parte por las acciones legislativas y de regulación emprendidas en Estados Unidos, que incrementaron el costo interno de producción y le dieron un "levantón" a los "superlaboratorios" de procesado de metanfetamina situados al sur de la frontera. Algo nuevo la remplazará algún día, como alguna vez la mariguana fue remplazada por la heroína, ésta por la cocaína y luego por la metanfetamina.

Entonces, ¿qué debería hacer Calderón? Primero que nada, combatir duramente la violencia, esté relacionada con las drogas o no -sin preocuparse tanto por el tráfico en sí mismo. Eso requiere pensar estratégicamente acerca de los modos de hacer cumplir las disposiciones relativas a las drogas, y encaminar sus esfuerzos contra los criminales más violentos y sus organizaciones, aun si esto implica promover soluciones no violentas para resolver conflictos entre los traficantes. El desafío es el control del vicio, sea en una entidad o a escala nacional.

En segundo lugar, hay que aprender de los europeos, los canadienses y otros que lidian con el abuso de las drogas primordialmente como un problema de salud pública y no tanto como un problema de justicia criminal. El uso ilícito de drogas, el VIH/sida y la hepatitis se esparcen por todo México. Las políticas de reducción de daños que se enfocan en reducir la muerte, la enfermedad y otros daños ocasionados por las adicciones han resultado eficaces en todo el mundo, incluida América Latina. Si se quiere asumir un modelo de lo que no hay que hacer, miremos al norte.

Tercero, Calderón tendría que pensar este problema no como político, sino como conservador y economista. Lástima que el famoso economista Milton Friedman, que murió hace unos meses, no pueda ya asesorar al nuevo presidente mexicano.

Las drogas son malas, le diría, pero la prohibición es peor. Friedman le escribió al zar antidrogas del primer presidente Bush, William Bennett: "Por supuesto que el problema es la demanda, pero no es únicamente la demanda, es la demanda que debe operar a través de canales ilegales y reprimidos. La ilegalidad crea ganancias obscenas que financian las tácticas asesinas de los señores de las drogas; la ilegalidad conduce a la corrupción de los funcionarios que debían hacer cumplir la ley; la ilegalidad monopoliza los esfuerzos de las fuerzas honestas de la ley, de tal suerte que se ven privadas de los recursos para combatir crímenes más simples como el robo, el hurto y el asalto.

Las drogas son una tragedia para los adictos. Pero criminalizar su uso convierte dicha tragedia en un desastre para la sociedad, para los usuarios y los no usuarios por igual. Nuestra experiencia con la prohibición de las drogas es una repetición de nuestra experiencia con la prohibición de las bebidas alcohólicas".

Yo sospecho que el presidente Calderón sabe, en el fondo de su corazón, que Friedman estaba en lo correcto y que México está condenado a repetir las locuras del pasado hasta que las políticas de Friedman sean las políticas de México. Su predecesor, Vicente Fox, lo sabía y lo balbuceó alguna vez, pero alguien o algo lo persuadió de guardar esas visiones ciertas para él mismo. Otros líderes latinoamericanos, pasados y presentes, lo saben también, pero sólo muy pocos se atreven a expresarlo.

Todos saben que Washington no toma a la ligera frases como esas. El nuevo presidente no necesita decirlas en fuerte; podría discretamente alentar a otros a que lo hagan -en los medios, en la academia, en los coloquios de los ámbitos de los negocios y la justicia. Es frecuente que las buenas políticas surjan de un vigoroso y abierto debate. Los funcionarios estadunidenses odian esta manera de pensar, pero ¿de qué manera podrían objetar un debate sobre las ideas de un economista que ganó el premio Nobel, que recibió la medalla presidencial de la libertad de manos de Ronald Reagan en 1988 y que fue honrado en la Casa Blanca por el presidente Bush padre durante su cumpleaños número 90?

Ethan Nadelmann es director ejecutivo de Drug Policy Alliance http://www.drug.policy.org y es coautor de Policing the globe: criminalization and crime control in international relations.
Traducción: Ramón Vera Herrera

Prepara NL vigilancia satelital
Según presunto blog de ZetasEl sitio en Internet autodenominado "Los Zetas, los soldados de elite del cartel del Golfo" reciente mente cobró fama ya que ahí se anunció la ejecución de Marcelo Garza y Garza, el titular de la Agencia Estatal de Investigaciones

Juan Cedillo, Corres ponsal El UniversalMonterrey, Nuevo LeónDomingo 17 de septiembre de 200611:46 Para frenar la ola de violencia que afecta al estado, el gobierno de Nuevo León prepara la vigilancia a través de satélite con un sistema de la empresa de Hidelbrando Zavala, advierte un "blog" que supuestamente pertenece a los Zetas.
El sitio en Internet autodenominado "Los Zetas, los soldados de elite del cartel del Golfo" reciente mente cobró fama ya que ahí se anunció la ejecución de Marcelo Garza y Garza, el titular de la Agencia Estatal de Investigaciones.
El blog es un espacio para alabar a los Zetas y para mandarse mensajes entre los sicarios del Cartel del Golfo y contra sus rivales del Cartel de Sinaloa, que encabeza Edgar Valdez Villarreal, alias La Barbie.
Incluso el pasado 15 de septiembre una persona que firma como Valdez Villarreal subió el siguiente mensaje contra los Zetas:
"les digo, que no me he olvidado de Nuevo Laredo".
"Verán que de aquí a enero nos vamos a poner a jalar duro…pa´ darles en su madre a esos mugrosos".
"Ando llenando el morralito, ya no tardo en llenarlo y nomás chequen el punto, como esos putos van a correr de Michoacán", asegura el supuesto Barbie.
Sobre la situación en Nuevo León, un mensaje publicado el 15 de sep tiembre advierte: "aguas!!! acá en Monterrey está la cosa cachonda con lo de Marcelo Garza".
Añade que se prepara un pro grama con tecnología tercera dimensión para localiza todas las patrullas de ministeriales, locales y de los Afis.
"Esto según él (el gobernador) es para frenar la ola de violencia... Pero esto tiene un gran trasfondo!!".
Precisa que el servicio lo proporcionará Hidelbrando Zavala y que busca "dar un gran golpe al narco para "engrandecer a Calderón y que le de hueso al Gober de NL".
La relevancia de la página se debe a que el 18 de agosto un mensaje firmado por "hijo del chaparrito" les dice a los Zetas que ya saben que tienen "arreglado a
Marcelo Garza y Garza… pero les juramos que pronto se los vamos a tumbar", hecho que ocurrió la noche del 5 de septiembre.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, arribó a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) a las 12:50 horas para rendir el sexto informe de la administración capitalina, el cual es el segundo y último que presentará desde que asumió el cargo.
grg
Mensaje de los Zetas

David
Administrador

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Ubicación: San Francisco de los Romo
Posts: 28,150

Mensaje de los Zetas
Me llegó esta cadenita... Casi nunca hago caso de las cadenas, pero esta me pareció interesante, no sólo por lo que dice, sino por el concepto, que si bien puede ser falso, no cabe duda que el nivel de descomposición social es ya extremo y absolutamente nefasto.Para quien no esté enterado del ambiente de podredumbre que han sembrado las organizaciones animales-criminales en Aguascalientes, esto es sólo una muestra de la situación ya no grave, ya no seria, simplemente de catástrofe en seguridad pública que gracias a nuestras imbéciles autoridades, especialmente nuestro querido Gobernador Luis Armando Reynoso Femat, quien aunque pruebas no tengamos, no se puede atribuir su debilidad en la actuación contra la delincuencia, sino a mera connivencia.
En fin, insisto y esto va para la bola de huevones en la cámara de diputa-dos...¿HASTA CUÁNDO APLICARÁN PENA DE MUERTE PARA SECUESTRADORES, SICARIOS, DISTRIBUIDORES DE DROGA Y DEMÁS RATAS SOCIALES?¿CUÁNTAS VÍCTIMAS MÁS SE REQUIEREN PARA QUE COMIENCEN A DARSE CUENTA QUE ESTE PAÍS SE ESTÁ PUDRIENDO?
Lean semejante aberración ahora:
A TODO EL ESTADO DE Dgo. Zac. Y Ags. A
27 de Junio de 2008
Buen día amigos y amigas les pido de favor que no hagan caso omiso a este correo, por cuestiones de seguridad personal y familiar no les puedo dar mi nombre pero soy un integrante del grupo Zeta del comando R5 encargados de los estados Durango Zacatecas y chihuahua, soy del estado Durango pero por cuestiones económicas y malas influencias tuve que dedicar mi vida a este negocio se que no es lo más correcto pero se me hiso fácil integrarme a este grupo y ahora estoy atado a esta maldita vida en la que poco a poco he ido perdiendo mis amistades y a mi esposa e hijos los cuales me lleve fuera de este Durango.
Por este medio ya que es el único que puedo utilizar sin ser rastreado quiero advertirles todo el pueblo de Durango algunos de los planes que vamos a hacer.Como se habrán dado cuenta nuestro estado de Durango, Zacatecas y Aguascalientes se ha convertido en un campo de batalla por la pelea del territorio entre nosotros los Zetas y el cartel de Sinaloa el cual es comandado por el Mayo Zambada y el Chapo Guzmán que ellos fueron los que patrocinaron la campaña a la gubernatura del CP Ismael Hernández Deras así que el también es gente de ellos al igual que todos los cuerpos de seguridad pública del estado es por tal que se han suscitado hechos muy sangrientos que antes no se presentaban pero es la única forma de presionar al gobierno y desechar del estado a los contrarios.
Como se han percatado en estas últimas semanas no ha habido hechos violentos por nuestra parte, ya que recibimos órdenes de nuestros superiores de no más ejecuciones. Lamentablemente como no se ha llegado a un acuerdo favorable para nosotros con el Gobernador nuestros jefes han decidido tomar medidas drásticas en las cuales van a pagar con vidas de personas inocentes las cuales son las siguientes: En la próxima feria de Durango y Zacatecas 2008.
Y en Aguascalientes en el 2009. realizaremos actividades de terrorismo en contra de la ciudadanía por ejemplo se pondrán somníferos y alucinógenos en las bebidas de los antros, en el palenque cuando vengan artistas que arrastran mucha gente haremos los conocidos levantones a algunas personas, así como diversos actos de delincuencia y asaltos en el estacionamiento y dentro de las instalaciones.
Al final de la feria tenemos el objetivo de tener ya secuestrados a 150 personas desde funcionarios públicos hasta simples civiles y no los liberaremos ni estarán seguras sus vidas hasta que el gobernador cumpla todas y cada una de nuestras demandas, que como no las ha querido cumplir, los familiares y amigos de las personas que tendremos en nuestras manos nos ayudaran sin saberlo a presionar al Gobernador, y si aun así el gobernador no accede nunca volverán a ver ni a saber de las personas que secuestremos.
Todo esto será con ayuda de los dueños de los antros y establecimientos de la feria al igual que parte del cuerpo de policía municipal estatal y federal ya que los tenemos comprados y a otros amenazados.
Esto no lo hago con el fin de provocar pánico en la ciudadanía sino todo lo contrario para advertirles y que estén alerta para que no les pase nada porque entre esas personas que queremos levantar puede ir un amigo o familiar mío, también para que tomen las medidas precautorias necesarias.
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Conserje Oficial ::Email: david arroba sanpancho punto com punto mx

Originalmente publicado por ROXYZAM
Estoy deacuerdo contigo david en desir q gracias a nuestro gobernador estamos donde estamos y vamos por los mismo pasos con nuestro presidente aki en sanpancho al fin de cuentas son los mejores amigos EFRAIN CASTILLO Y LUIS ARMANDO REYNOSO espero y no meterme en problemas por mi comentario pero no es mas k la pura realidad...........y pues k feo q como dice la cadenita k gente inosente este pagando las estupideses de nuestras autoridades politicas junto con los muy buenisimos policias q tenemos en ags.
La realidad es ineludible Roxy.No debemos tener temor en presionar por que las cosas cambien, es un hecho que nosotros hemos sido partícipes por tolerar a la delincuencia.Pero es la primera responsabilidad del estado (llámese municipios, estados y federación) el ofrecer seguridad a sus (mal) gobernados.Y la verdad se ha actuado de forma tibia, ¿qué esperamos para que vengan los cambios trascendentales y contundentes?, ¿atentados como en Michoacán?.Así es la mentalidad del mexicano (y no lo tomen a mal, así somos todos), dejar las cosas pasar hasta que de repente, ¡¡¡chiiiiiiin ya se ahogó el niño, veees te dije que taparas el pozo!!!__________________::
Conserje Oficial ::Email: david arroba sanpancho punto com punto mx
El SAIA descabezado

PrensaLibre.com - Por: Nuestra Redacción

La captura de tres altos jefes del Servicio de Análisis e Información Antinarcótica (Saia) vino a confirmar la forma en que el narcotráfico ha logrado infiltrar las estructuras de la seguirdad del Estado.

Este hecho es sólo parte de una larga cadena de anomalías. En octubre de 2002 fue disuelto el Departamento de Operaciones Antinarcóticas (Doan), después del robo de mil 604 kilos de cocaína de las bodegas del mismo organismo.

En noviembre de ese año, se anunció la creación del Saia, que pretendía dar un giro de 180 grados en las operaciones contra el narcotráfico.

El optimismo no duró mucho, ya que en 2003 la Fiscalía contra la Narcoactividad acusó formalmente a 11 ex agentes del Saia por intentar robar 10 kilos de cocaína, la cual quisieron sustituir con paquetes que contenían yeso.

Pero el golpe mortal ocurrió el 15 de noviembre recién pasado, cuando fueron capturados en Virginia, Estados Unidos, Adán Castillo, jefe del Saia; Jorge Aguilar García, subjefe, y Rubilio Orlando Palacios, jefe de la unidad asignada en la portuaria Santo Tomás de Castilla, Izabal.

El Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) les había tendido un operativo en el que descubrió sus presuntos vínculos con el narcotráfico y luego logró que viajaran a un supuesto curso en territorio estadounidense, donde fueron aprehendidos.

La captura de los tres miembros del Saia demuestra cómo el narcotráfico ha logrado penetrar la seguridad del Estado y la incapacidad de éste para luchar contra ese flagelo. De cara a la población guatemalteca, este hecho viene a poner aún más en entredicho a las fuerzas de seguridad, que no logran salir del bache en que se encuentran para combatir el crimen organizado.
Fracasos De La Política Antidroga


Al interior de los Estados Unidos la lucha antinarcóticos se inició hace más de ochenta años: En la primera década del siglo XIX se creó la primera unidad antidrogas conformada por más de un centenar de agentes adscritos al Servicio Interno de Recaudación función que se extendió hasta 1927.


Entre 1920 a 1933 hubo intento al interior de USA de prohibir la venta de alcohol.


En 1927, la división de narcóticos fue puesta bajo el Buró de Prohibición primero y 3 años después elevada a la categoría de Buró de narcóticos, controlada por el departamento del Tesoro función que se prolongó hasta 1966.


En 1968 bajo la administración de Lyndon Johnson se estableció el Buró de Narcóticos y Drogas Peligrosas que funcionó durante cinco años.


En 1973, Richard Nixon se convirtió en el primer presidente estadounidense en declarar una guerra abierta y sin cuartel contra "la amenaza de las drogas", consolidando desde este momento a todas las fuerzas federales antinarcóticos en un único y poderoso comando distinguido con la sigla DEA (Administración del Control de Drogas).


En 1990, George Bush anunció la creación de un "cartel antidro-gas" que actuaría conjuntamente con los gobiernos de Bolivia, Colombia y Perú.


En un rotundo fracaso, resultó la ofensiva militar anti coca desa-tada a principios de los 80 en Bolivia, seguida del "plan dignidad" a 5 años: Una fase de 2 años (1997- 2000) de sustitución "voluntaria" -aun no ha cristalizado y parece reversar-, y la fase "cero coca", recién iniciada, en lo restante del tiempo (2000-2002) encuentra una fuerte resis-tencia por parte de campesinos e indígenas.


Igual suerte corrió a mediados de la década del 90 con el plan de sustitución de cultivos en Birmania (Myanmar), en Perú, a fines del siglo inmediatamente anterior, otro plan de este tipo esta cada vez más lejos de prosperar; por estar motivando el reacomodo: Pasó a ser país cultivador de coca y exportador de pasta base a ser productor y exportador de clorhidrato de cocaína y a ser cultivador de marijuana y amapola; y en Afganistán, según el último informe anual de la JICN (Junta Internacional de Control de Narcóticos de la ONU), el cultivo de amapola y la manufactura de heroína, en 1999, alcanzó niveles sin precedentes en la historia, por lo que forzosamente hemos de con-cluir que a pesar de las reformulaciones de estrategia, que a pesar de involucrar en ella a otros estados, la guerra contra las drogas es el conflicto más prolongado que ha tenido como actor principal a los Esta-dos Unidos y que tiende a extenderse durante el presente siglo sin que pueda visualizar el éxito sobre éstas.


En Colombia en concreto, la lucha contra las drogas se remonta a 1920 cuando fueron adoptadas medidas gubernamentales – reglamen-tando el uso de la cocaína por formulación médica-. Desde 1936, fue tomando un cariz más policial alcanzando su punto máximo en 1986 (con promulgación de El Estatuto Nacional de Estupefaciente y la creación de unidades Antinarcóticos), para ser transformado, ante los fracasos, y bajo presión de los Estados Unidos, en asunto de competen-cia militar (batallones Antinarcóticos) y cuyo número de batallones ascenderán de 1 operando desde enero del 2000 (con 950 hombres), a 3 (2850 soldados) bajo el Plan Colombia.


(www.geocities.com/manesvil/fracasos)
AL SEPULCRO: Imagen


El narcotráfico y su impacto en las relaciones internacionales

Aunque pareciera que no hay esperanza, la dialéctica ilumina el futuro y en el nacer, crecer, durar y morir de todas las cosas, están la posibilidad del origen y desarrollo de otras vidas.- González Vidaurri, Alicia et al.


Introducción

El negocio del narcotráfico tiene tal dimensión, mueve tal cantidad de miles de millones de dólares, involucra a tal cantidad de Estados, está infiltrado de tal manera en las altas esferas de poder de naciones ricas y pobres, abarca un mercado mundial de tal magnitud y finalmente, envenena a tal cantidad de seres humanos, que desafía el corazón del sistema de una manera contundente, pone en tela de juicio los valores de la sociedad moderna y refleja los elementos más hondos de una crisis y un desmoronamiento, capaz de conducir a millones de personas a la autodestrucción ante la evidencia de un mundo que muchas veces parece no valer la pena de ser vivido.


El narcotráfico se ha destacado en las últimas décadas como la actividad delictiva generadora de un mayor número de crímenes y con un volumen de negocio más elevado. Muchos traficantes individuales y organizaciones ilegales que se dedican a él han conseguido acumular ingentes cantidades de dinero y medios materiales, lo cual les ha otorgado una posición de fuerza que les permite no sólo escapar a la actividad represiva de los Estados, sino incluso constituirse en centros de poder paralelos. El fenómeno, impulsado por el aumento generalizado del consumo y la revalorización del producto desde su origen hasta su recepción por el consumidor final (en ocasiones su valor se multiplica hasta por 100.000), comenzó a ser contemplado con preocupación por los gobiernos tras la Segunda Guerra Mundial. Ello motivó que en la, entonces, recién nacida Organización de las Naciones Unidas (ONU) se iniciara el estudio de las medidas de índole legislativa, política y policial que podían ser adoptadas.


En efecto, las dimensiones colosales del negocio de la droga son refrendadas por cifras como los más de 50 millones de consumidores existentes de heroína, cocaína y drogas sintéticas (entre un 3% y un 4% de la población mundial), así como los 400.000 millones de dólares estadounidenses en beneficios que genera anualmente esa industria, cantidad que supera la obtenida por el sector turístico internacional en su conjunto. También se trata de una actividad de la cual dependen decenas de miles de personas, ya sea en los procesos productivos, en el transporte y distribución o en el blanqueo de los beneficios. La dificultad de controlar y atajar las redes internacionales del narcotráfico se ve acrecentada por la globalización económica, alguno de cuyos procesos inherentes, como la universalización de las comunicaciones, las facilidades de transporte, la desregularización bancaria o la conclusión de acuerdos de libre comercio, han beneficiado el crecimiento y expansión de unas asociaciones ilícitas cuya capacidad organizativa es, en ocasiones, comparable a la de las grandes corporaciones multinacionales.


Los procesos a los que se ha aludido en el epígrafe anterior se agudizaron tras la caída de los regímenes comunistas y el final de la Guerra Fría, preludio de una libertad económica que influyó decisivamente en la mundialización de la producción, distribución y consumo de drogas. En nuestros días, la droga está presente en todos los continentes y áreas geográficas del planeta, lo cual no impide que puedan distinguirse una serie de centros principales de producción y rutas de distribución, así como lugares en los que se registra una mayor demanda y consumo. En concreto, destacan dos zonas como núcleos en los cuales se inicia el proceso del narcotráfico: el sur de Asia, en el caso del opio y sus derivados, y el noroeste de América del Sur, en cuanto a la producción de cocaína. Tampoco puede obviarse el auge que está experimentando en algunos países de Europa (Países Bajos, Polonia, Estados postsoviéticos, etc.) la producción de drogas sintéticas como el éxtasis y similares.


El narcotráfico internacional se ha convertido por sí mismo en un gobierno malvado y poderoso. Representa en la actualidad un poderío financiero, político y militar mayor que el de algunas naciones de las Américas.


El tráfico y el consumo de drogas, y sus resultantes de corrupción y violencia, son las mayores amenazas a nuestra seguridad, como región y como naciones individuales. Estas amenazas no reconocen fronteras, dentro de nuestro hemisferio, en su ataque inexorable y devastador a nuestras familias, nuestras comunidades, las instituciones democráticas de nuestras repúblicas soberanas y nuestros propios medios de vida.


PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


El narcotráfico plantea la particularidad de que el cultivo de las sustancias narcóticas puede realizarse en un determinado país, la materia prima procesarse en el mismo país productor u otro país; el país destinatario del producto terminado puede encontrarse lejos del país productor y el traslado del producto, en muchos casos, necesita usar el territorio de otros países como puentes, antes de llegar a su destino.


Esta complejidad de producción, traslado del producto y mercadeo, involucrando diferentes países, convierte al narcotráfico en una acción delictiva múltiple que involucra diferentes países, lo que ha conllevado a considerarlo como un delito universal.


Por consiguiente, los países se ven obligados a colaborar entre sí y desarrollar estrategias de combate conjuntas para combatir el narcotráfico de manera integral.


OBJETIVOS


General:


Presentar un panorama sobre el narcotráfico en la actualidad y establecer las características de los cambios y modificaciones de visión en su combate.


Específicos:
1. Analizar los problemas que plantea el narcotráfico en nuestro país.
2. Investigar sobre la lucha que se sigue contra el mismo, en nuestro medio, y cuál es nuestra óptica nuestra realidad y aspiraciones prácticas


Metodología
o Revisión de la bibliografía sobre el tema, internacional y local.
o Análisis y discusión del material obtenido en las revisiones.
o Elaboración del trabajo escrito.


Definición de narcotráfico


Es un delito contra la salud pública, consistente en la realización, normalmente con fines lucrativos, de actos que sirvan para promover, favorecer o facilitar el consumo ilegal de drogas naturales o sintéticas, ya sean estupefacientes, psicotrópicos o de cualquier otro tipo. Se trata de acciones que, aunque recogidas y definidas de forma muy diversa, están contempladas en las diferentes legislaciones como hechos ilícitos y son objeto de represión tanto en el ámbito interno como internacional. Todas ellas son englobadas habitualmente bajo la denominación de narcotráfico.


Concepción legal


Este es uno de los delitos de mayor aplicación práctica, por lo que la jurisprudencia sobre esta materia es muy extensa y pormenorizada. Nosotros dedicaremos en este tema de las drogas al estudio de aquellas materias más recurrentes. Como señala la doctrina legal, el delito contra la salud pública es un ilícito de riesgo abstracto y de consumación anticipada en el que el bien jurídico protegido es la salud pública, consumándose la infracción con la ejecución de alguna de las acciones incluidas en el precepto penal, resultando indiferente a los efectos de la calificación, la eventual lesión o perturbación física o psíquica de la persona que, finalmente, consume la droga objeto del tráfico ilícito, precisamente porque en esta figura delictiva el sujeto pasivo no es la persona concreta, receptora y consumidora de la sustancia prohibida, sino el colectivo social cuyo bienestar sanitario es el objeto de protección de la norma, por lo que los resultados dañosos que dicho consumo produzca en el consumidor del producto queda extramuros del marco del tipo penal.


Cooperación Internacional


En años recientes hemos comenzado ya a comprobar los resultados de algunos de nuestros éxitos colectivos. Todos los estados miembros de la OEA/CICAD han firmado, ratificado o ingresado en la Convención de Viena de 1988. Muchos han aprobado leyes básicas de control de narcóticos y legislación complementaria relacionada con el tráfico de drogas, incluso cláusulas sobre control de precursores químicos, lavado de dinero y confiscación de bienes. Las reuniones y declaraciones de la Cumbre de las Américas resultaron en acuerdos tomados por cada país de aprobar en la región leyes nuevas, abarcadoras y sin precedentes contra el lavado de dinero. Todos reconocemos que el lavado de dinero no sólo sustenta la actividad criminal subyacente que genera ese dinero; con demasiada frecuencia el tráfico de drogas también socava y corrompe las instituciones financieras legítimas de las cuales dependen la fortaleza de nuestra economía y, en último término, nuestros gobiernos. Pero mucho queda por hacer; todos sabemos que no podemos permitirnos limitarnos a llegar a acuerdos o a aprobar leyes. Debemos garantizar que nuestras autoridades de administración de justicia tengan los instrumentos, el adiestramiento y el personal para detectar e investigar el lavado de dinero a través de los informes de las instituciones financieras y el acceso legal a los registros bancarios cuando sea requerido.


Debemos también garantizar que estas investigaciones antinarcóticos y otras relacionadas con ellas se llevan a juicio en sistemas de justicia penal que están equipados para asegurar encausamientos justos y efectivos, y que les impondremos penas apropiadas a aquellos que sean declarados culpables de cometer estos crímenes.


A despecho de los éxitos que ya hemos logrado, no seríamos realistas si no reconociéramos las realidades que despejan cualquier entusiasmo exagerado, del poder y alcance de las principales organizaciones del tráfico de drogas. Hay decisiones difíciles de tomar acerca de cómo aplicar con mayor efectividad un ataque coordinado, cohesivo contra estos criminales internacionales, y habrá desacuerdo entre nosotros, porque las mentes razonables pueden diferir y diferirán entre sí. Frente a estos obstáculos inevitables, debemos seguir caminando con pasos firmes, mesurados, con el objetivo de alcanzar resultados tangibles nacidos de una cooperación compartida contra una amenaza compartida. La Estrategia Hemisférica maximizará la aplicación de nuestros recursos limitados y minimizará la duplicación de esfuerzos y el conflicto de prioridades.


Para el enfrentamiento al narcotráfico internacional y su incidencia en nuestro país, es imprescindible la cooperación con el resto de los países del mundo, la que se ha venido consolidando e incrementando, debido a que este flagelo se internacionaliza cada vez más, y a los esfuerzos, voluntad política y prioridad que nuestro Estado y gobierno le prestan a la lucha contra las drogas.


Operativamente la Dirección Nacional Antidrogas (DNA) mantiene intercambios informativos a tiempo real y contactos de trabajo con Servicios antidrogas de otras naciones con el propósito de fortalecer la cooperación operacional, lo que se materializa a través de las visitas al país de sus representantes y oficiales de enlaces, así como por medio de nuestra participación en eventos o reuniones internacionales.


A través de estos nexos de cooperación hemos realizado investigaciones conjuntas contra miembros de organizaciones criminales y narcotraficantes, algunos de los cuales han querido utilizar nuestro país para la organización de sus operaciones, realizar contactos con estos fines y explorar las condiciones para asentarse temporalmente con la fachada de comerciantes. También hemos capturado prófugos de la justicia de otros países y desarrollado cursos de capacitación para nuestras fuerzas, tanto en el país como el exterior.


Como resultado de la cooperación policial internacional, se han fortalecido los nexos de colaboración que se mantienen con la Secretaría General de INTERPOL y sus Oficinas Centrales Nacionales (OCN), vía que se utiliza para el intercambio de información de interés y el control de criminales circulados internacionalmente.


La Estrategia Antidrogas en el Hemisferio


La estrategia es un compromiso de largo alcance para trabajar juntos atacando a los traficantes internacionales de narcóticos y los muchos problemas asociados con el tráfico y el consumo. La estrategia reconoce que para tener éxito debemos combatir todos los aspectos del problema de las drogas. O sea, debemos erradicar no sólo las plantas de coca, marihuana y opio, sino las organizaciones criminales que trafican con las drogas elaboradas con aquellas; debemos también reprimir la demanda de nuestros ciudadanos para consumir esas drogas. La estrategia presenta la guía cuidadosa que necesitamos para asegurar el éxito de nuestras metas de control de drogas.

Eso no quiere decir que cada nación representada en la ONU no debería aplicar el plan de acción más efectivo posible para combatir la amenaza más grave que pesa sobre sus ciudadanos. Como lo reconoce la Estrategia de Control de Drogas de 1997 del Presidente Clinton, en Estados Unidos, no podemos emprender un ataque efectivo contra el problema concentrándonos exclusivamente en la administración de justicia o la reducción de la demanda o de la oferta. Cada aspecto debe ser encarado y atacado vigorosamente en todos los frentes y en todas las naciones, de modo que nuestros esfuerzos combinados se fortalezcan y complementen entre sí.


Reducción de la Demanda


Los programas efectivos de reducción de la demanda deben llegar a cada segmento de la sociedad, desde nuestros niños más jóvenes hasta sus padres y maestros, desde los empleados gubernamentales hasta los gerentes de corporaciones, desde nuestra clerecía hasta nuestros medios de información. Debemos poner en ejecución programas de prevención y esforzarnos por obtener ambientes libres de drogas en las escuelas, los lugares de trabajo y las comunidades de cada uno de nuestros países. Al mismo tiempo, debemos reconocer y satisfacer la necesidad de contar con profesionales del cuidado de la salud, dedicados a ese propósito, que vigilen las tendencias cambiantes del consumo de drogas y procuren soluciones al consumo continuo de drogas. Para actuar, ninguno de nosotros puede permitirse esperar hasta que el consumo o la experimentación se convierten en un problema, especialmente cuando se trata de un problema que atrapa a nuestros jóvenes. En este caso, el antiguo dicho, "más vale prevenir que curar" es un consejo valioso.


Reducción de la Oferta


Reducir la demanda de drogas no es una meta que podamos alcanzar, en términos realistas, a corto plazo. Mientras trabajamos hacia este fin, no podemos pasar por alto la necesidad de eliminar las fuentes que alimentan estas demandas de drogas ilegales. Una estrategia de reducción efectiva de la oferta es esencial para nuestro éxito, y debe dirigirse a cada una de las etapas del tráfico de drogas, desde el cultivo, la producción, y el transporte.


Atacar la oferta en la primera oportunidad que nos ofrece requiere que establezcamos programas de erradicación decididos que reduzcan el cultivo de cosechas de drogas. Siguiendo esos mismos lineamientos, debemos basarnos en nuestro éxito en el campo de los precursores químicos desarrollando y aplicando adiestramiento para la inspección e investigación de técnicas usadas en el desvío ilícito de sustancias farmacéuticas y precursores químicos utilizados en la producción de drogas.


Sabemos que incluso con los programas de erradicación más decididos no exterminaremos todas
las plantas mientras están en la tierra. Esa es la razón por la cual nuestros esfuerzos de interceptación individuales y colectivos deben desempeñar un papel esencial en nuestra estrategia. Primero, como resultado se confiscan drogas que reducirán la cantidad de heroína, cocaína y marihuana disponible a nivel internacional. Segundo, dislocan la línea de producción y distribución, lo cual hace más difícil el trabajo de los traficantes y aumenta los costos y riesgos de su negocio ilegal. Tercero, nos ofrece información acerca de cómo las organizaciones del tráfico llevan a cabo sus operaciones, información que resulta de valor inapreciable en nuestros esfuerzos colectivos para derrotar esas operaciones. Finalmente, los esfuerzos de interceptación verdaderamente exitosos aumentarán los costos de las drogas en nuestras calles hasta un nivel más allá de los recursos de nuestro mercado más vulnerable: nuestra juventud.


Organizaciones no gubernamentales de lucha contra el narcotráfico


El auge del consumo de drogas iniciado a partir de los últimos años de los setenta trajo como consecuencia, en apenas una década, un incremento de la conflictividad social que se manifestó de múltiples formas: delincuencia asociada, marginalidad y discriminación, propagación del SIDA y otras enfermedades, carencias asistenciales o propagación de la droga en las cárceles, etc. Para hacer frente a ese problema surgieron multitud de iniciativas ciudadanas desde los más diversos ámbitos geográficos y de actividad (asociaciones vecinales, grupos profesionales, organizaciones culturales, educativas o religiosas, etc.), que fueron configurando una tupida red asociativa que pronto se convirtió en una alternativa a las entidades asistenciales de carácter público.


Configuradas como asociaciones, fundaciones o bajo cualquier otra forma de personificación jurídica, y dedicadas primordialmente a la asistencia al drogodependiente y su entorno familiar, esos grupos también han influido sobre la política de lucha contra el narcotráfico, ya que han colaborado con los poderes públicos en la elaboración de disposiciones normativas y programas asistenciales, además de promover el endurecimiento de la legislación represiva y comparecer en actuaciones jurisdiccionales contra traficantes y organizaciones clandestinas (a modo de ejemplo, ha de destacarse la gran notoriedad alcanzada por diversas asociaciones de madres de drogodependientes en su lucha a favor del desmantelamiento de los clanes gallegos de la droga).


Paulatinamente, las asociaciones no gubernamentales se han agrupado en entidades de coordinación que les permiten optimizar sus recursos, uniformizar los programas y pautas de actuación y mantener una relación más fluida con la administración.


Mecanismos internacionales de lucha contra el narcotráfico


Durante buena parte de este siglo, el control del negocio de la droga estuvo en manos de organizaciones ilícitas de carácter tradicional que operaban en el ámbito interno y desplegaban su actividad mafiosa en diversos sectores en los que podían obtener lucro (juego, prostitución, contrabando, etc.). El ejemplo paradigmático es el de Estados Unidos, donde entre los cincuenta y los setenta el negocio de la distribución de heroína era controlado en más de un 90% por La Cosa Nostra, grupo mafioso de origen italiano radicado en Nueva York. En esta ciudad floreció la red de narcotráfico denominada French Connection ("Conexión Francesa"), a través de la cual varios clanes mafiosos neoyorquinos distribuían entre los pequeños traficantes heroína procedente de la isla de Córcega y transportada desde el puerto francés de Marsella. La acción de las unidades federales antidroga acabó con la red de distribución en 1972, con lo cual se dio fin a una larga etapa de predominio de los grupos mafiosos internos.


La década de los ochenta trajo consigo un cambio significativo en la naturaleza del tráfico de drogas, que a partir de entonces pasó a estar controlado por organizaciones criminales de dimensión internacional. Aunque originarias y con sede principal en los países exportadores (principalmente en México, Colombia y otros estados sudamericanos), las nuevas mafias extendieron sus redes a varios territorios y pasaron a controlar directamente todas las fases del proceso, desde el cultivo hasta la distribución a los consumidores finales. Esas organizaciones operan de un modo muy similar al de los grupos terroristas, con una estructura de corte militarizado, caracterizada por su rígido control interno y su elevado nivel de tecnificación y especialización, así como el establecimiento de conexiones a los más altos niveles políticos y económicos. El Cartel de Medellín, poderoso sindicato de la droga radicado en aquella ciudad colombiana, es uno de los más conocidos ejemplos de esos nuevos protagonistas del crimen internacional. Tras varios años de actividades ilegales y violencia indiscriminada, su líder, Pablo Escobar, fue detenido en el curso de una acción conjunta de la Policía Nacional de Colombia y la Administración Antidroga de los Estados Unidos -Drug Enforcement Administration; DEA- (tras huir de la cárcel en la que fue recluido, resultó muerto en un tiroteo con la policía).


La complejidad y alcance supranacional de los nuevos agentes del narcotráfico obligaban a las autoridades estatales a dar una respuesta coordinada y conjunta, y con el fin de promover esa cooperación se hacía necesaria, por tanto, la discusión y adopción en los foros internacionales de medidas de carácter legal, político y policial. Para esa tarea hubo de partirse de los instrumentos jurídicos que ya estaban en vigor y proceder a su revisión y ampliación, así como dotar de más y mejores medios a las organizaciones existentes y arbitrar nuevos cauces institucionales para la lucha contra el narcotráfico.


Tratados internacionales para la fiscalización de sustancias narcóticas


La legislación internacional sobre esta materia se desarrolló en la segunda mitad del siglo XX, cuando se hizo insoslayable la necesidad de instaurar un sistema mundial de control de las drogas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tomó la iniciativa de impulsar esa regulación, y bajo sus auspicios se han promovido los instrumentos internacionales actualmente vigentes. En concreto, son tres los tratados elaborados hasta la fecha, todos ellos complementarios del resto. En ellos se regula todo lo relacionado con el tráfico ilegal de drogas, la provisión y disponibilidad de sustancias estupefacientes con fines médicos y científicos, y la prevención de su desvío a circuitos clandestinos de distribución. Son los siguientes:


Convención Única sobre Estupefacientes (1961)


Su principal objetivo es impulsar la lucha contra la droga a través de la acción internacional coordinada, para lo cual establece una regulación que persigue dos objetivos principales: limitar la producción, tratamiento, distribución, importación, exportación, venta, posesión y uso de estupefacientes a fines exclusivamente médicos y científicos, y perseguir el tráfico de esas sustancias mediante el establecimiento de mecanismos de cooperación internacional que permitan descubrir y detener a los narcotraficantes. La Convención Única sobre Estupefacientes fue posteriormente enmendada por un Protocolo de 1972.


En su virtud se fiscalizan más de 116 estupefacientes, respecto a los cuales se establecen medidas de diferente rigor según sean incluidos en una u otra de las listas que se elaboran para clasificarlos, lo cual depende de su capacidad para producir adicción, su valor terapéutico y los riesgos que comporta su uso indebido. Esas listas figuran como anexo al texto de la Convención, y su composición es competencia de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, órgano dependiente del Consejo Económico y Social que tiene la facultad de decidir si una determinada sustancia debe incluirse en la lista, trasladarse a otra o simplemente borrarse, tarea en la cual deben tenerse en cuenta los informes emitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).


En general, puede afirmarse que la fiscalización internacional de estupefacientes ha funcionado de modo satisfactorio, ya que la práctica totalidad de la producción lícita no se desvía a los mercados clandestinos. En efecto, el tráfico ilegal de estupefacientes se nutre de la producción y fabricación clandestina (Colombia, Triángulo de Oro, etc.), ya que para la legal funcion el sistema de previsiones auspiciado por el Convenio, que abarca a todos los países y no sólo a los que firmaron su texto. Así, cada estado debe comprometerse a no rebasar las cantidades fijadas en esas previsiones, cuyo establecimiento corresponde a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que también elabora informes sobre la oferta y demanda mundial de opiáceos destinados a fines terapéuticos, así como sobre el consumo y producción de materias primas. En función de ellos se elaboran recomendaciones a los gobiernos e instituciones interesadas, con el fin de asegurar el abastecimiento y controlar la producción.


Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas (1971)


Su adopción fue una respuesta a la aparición de nuevos tipos de drogas psicotrópicas, su rápida difusión y expansión por los mercados internacionales y el aumento de consumidores con fines distintos a los sanitarios o científicos. En su texto se establece un sistema de control internacional para las substancias psicotrópicas, así como una clasificación de las drogas sintéticas en función tanto de su potencial para el consumo abusivo como de sus aplicaciones terapéuticas.


Así, desde la entrada en vigor de la Convención se fiscalizan unas 105 sustancias psicotrópicas, la mayor parte de las cuales se encuentran en productos farmacéuticos de todo tipo, cuyo nexo es su incidencia sobre el sistema nervioso central (estimulantes, depresores, alucinógenos, etc.).


Como sucedía en el caso de los estupefacientes, la Convención prevé la elaboración de listas que se publican como anexo, en las cuales se clasifican las sustancias psicotrópicas de acuerdo con los parámetros ya comentados. Los psicotrópicos son fabricados normalmente mediante el empleo de productos que se han elaborado en forma legal y se desvían al mercado clandestino, hecho que obedece a causas como la deficiente legislación de algunos países fabricantes y exportadores, y a la ausencia de previsiones sobre las necesidades del sector sanitario. El Consejo Económico y Social, a recomendación de la JIFE, solicitó a los gobiernos del mundo en 1980, 1981 y 1991 que facilitaran una previsión de las cantidades de sustancias psicotrópicas sometidas a fiscalización internacional que necesitaban para fines médico-científicos. La petición fue atendida por unos 170 países que hoy día facilitan periódicamente esa información al JIFE, lo cual ha permitido reducir en gran medida el porcentaje de desviación de productos hacia el tráfico ilegal, ya que los países exportadores pueden comparar el pedido recibido con las tablas que recogen las necesidades del país solicitante, de forma que pueda detectarse cualquier desfase entre ambas cifras. En ese caso, el estado exportador consultará a la JIFE sobre la procedencia del intercambio.


Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas (1988)


Este instrumento jurídico ofrece un amplio abanico de medidas contra el tráfico de drogas, entre las cuales se incluyen varias destinadas a la persecución del blanqueo de capitales y la desviación al mercado clandestino de las sustancias químicas de las cuales se obtiene la droga. Tambien establece nuevos mecanismos para la cooperación internacional en materia de extradición de narcotraficantes o distribución controlada.


La Convención de 1988 extendió la fiscalización internacional de drogas a 22 productos químicos utilizados en la fabricación de estupefacientes y sustancias psicotrópicas. En concreto, su artículo 12 confería al JIFE funciones inspectoras sobre la actuación de los gobiernos en relación con esas medidas fiscalizadoras y de evaluación de productos susceptibles de ser utilizados en la fabricación ilícita de drogas. Ese intercambio de información, de cuyos resultados se da cuenta a la Comisión de Estupefacientes, ha servido para crear un banco de datos gracias al cual la JIFE puede analizar qué sustancias deben ser objeto de fiscalización. Al mismo tiempo, los gobiernos cuentan con un instrumento para controlar la desviación de productos al mercado negro.


Organismos internacionales de lucha contra el narcotráfico


La dimensión institucional está estrechamente ligada a la normativa, pues lo regulado en los convenios antes citados sólo puede llevarse a la práctica mediante la adopción de medidas y acciones de diferente índole (jurídica, policial, técnica, etc.), lo cual requiere la creación de organismos suficientemente dotados de medios humanos y materiales. El protagonismo en la acción internacional contra la droga ha correspondido a la ONU, en cuyo seno se han creado los mecanismos institucionales necesarios para llevar a la práctica lo establecido en la normativa antes citada.


El entramado de entes especializados en materia de narcotráfico recibe cobertura institucional por parte de la Oficina de las Naciones Unidas para la Fiscalización de Estupefacientes y la Prevención del Crimen (ONUFEPC) -The Office for Drug Control and Crime Prevention; ODCCP-, organización que está integrada básicamente por el Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización de las Drogas (PNUFID) -United Nations International Drug Control Programe; UNDCP- y el Centro para la Prevención Internacional del Crimen (CICP) -Centre for International Crime Prevention; CICP-, y con la cual se relacionan todas las organizaciones auspiciadas por la ONU que se dedican a fines parecidos. Entre ellas destacan las ya mencionadas Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) -The International Narcotics Control Board; INCB-, órgano para el control de la aplicación de los tratados internacionales sobre drogas, y la Comisión de Estupefacientes de la ONU -Commission on Narcotic Drugs; CND-, foro en el cual se plantean y discuten las propuestas en materia de drogas. Los dos citados mantienen relación directa con el Consejo Económico y Social de la ONU y con el ONUFEPC a través del PNUFID. A continuación se expondrán los rasgos esenciales de estas entidades.
Oficina de las Naciones Unidas para la Fiscalización de Estupefacientes y la Prevención del Crimen (ONUFEPC)


Fue creada en 1997 como órgano de la ONU llamado a liderar a escala global la lucha contra el narcotráfico y el crimen internacional, para lo cual disponía a finales de los noventa de una plantilla de 350 especialistas y 22 delegaciones repartidas por todo el mundo, así como dos oficinas de enlace en Bruselas (Bélgica) y Nueva York (Estados Unidos). Aparte del PNUFID y el CICP, forman parte del mismo la División sobre Prevención del Terrorismo (Terrorism Prevention Branch) y los programas globales contra la corrupción, el crimen organizado y el tráfico de seres humanos. Su sede central está en Viena (Austria), y su máxima autoridad es el Director Ejecutivo, que lo es también de la Oficina de las Naciones Unidas en Viena.
Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización de las Drogas (PNUFID). Fue fundado en 1991 con el objetivo de difundir información acerca de los peligros que comporta el abuso de las drogas (en la fecha de su creación se calculaba que más de 200 millones de personas utilizaban sustancias narcóticas de forma abusiva en todo el mundo). El PNUFID pretende reforzar la acción internacional contra la producción, el tráfico y los crímenes relacionados con la droga, para lo cual prepara proyectos de vigilancia de cultivos y desarrollo alternativo, encaminados a abrir nuevas perspectivas económicas a regiones tradicionalmente volcadas en el cultivo de opio, coca o cannabis. También se ponen en marcha programas de prevención, tratamiento y rehabilitación, en los cuales se pretende involucrar a los poderes políticos y económicos de los estados, y se elaboran estadísticas completas y actualizadas sobre el consumo ilícito de drogas en el mundo a través del Programa sobre Evaluación Global (Global Assessment Programme). Asimismo, ha de mencionarse el Programa de Asistencia Legal (Legal Assistance Programme), que opera en colaboración con los estados al objeto de auxiliarles en la preparación de instrumentos legislativos para el control de las drogas, lo cual se realiza mediante la ayuda en la preparación de proyectos legislativos y la formación de jueces y magistrados. Con todo, las actividades más destacadas del PNUFID son las relacionadas con la aplicación de medidas ejecutivas y la persecución del blanqueo de capitales. A ellas se hará mención a continuación.


Sección de Medidas Ejecutivas para el Cumplimiento de la Ley (Law Enforcement Section). A través de esta sección, el PNUFID colabora con los Estados aportando formación especializada en técnicas de investigación y proveyendo de medios materiales (equipo técnico, etc.). A través de la Sección se colabora con la Interpol, la Organización Mundial de Comercio (OMC) y las agencias regionales mediante el intercambio de información sobre las tendencias del tráfico internacional de drogas, los procedimientos operativos de los traficantes y los perfiles y características de los correos de la droga. También tiene encomendada la valoración de los proyectos remitidos por las delegaciones, trámite que sirve para asegurar su adecuación a las previsiones de los tratados internacionales y para mantener una coherencia en cuanto a la línea de actuación a seguir.


También recibe solicitudes de asesoramiento, que la Sección examina teniendo en cuenta la estrategia seguida por los departamentos locales en materia de lucha contra la droga, los medios humanos y materiales de que disponen y su posibilidad de cooperar con otras agencias de la región. En función de ese examen, la Sección colabora con el gobierno beneficiario en el diseño de programas destinados a optimizar la eficacia de la política desplegada en persecución del tráfico de drogas, a la vez que trata de fomentar la cooperación regional e interfronteriza.


Como ejemplo de lo anterior pueden citarse los proyectos impulsados en Asia Central para reforzar la cooperación y adoptar medidas conjuntas contra el tráfico de drogas con origen en Afganistán. En ellos participan estados ex-soviéticos como Tayikistán, Uzbekistán y Kirguizistán, y su objetivo principal es el establecimiento de controles eficientes en la zona (en concreto, en las provincias de Murgab -Afganistán-, Andijan -Uzbekistán- y Osh -Kirguizistán-), para lo cual se adoptaron medidas como la ubicación de puestos de control en localidades estratégicas, la inspección de vehículos y vagones de carga, el reforzamiento de la vigilancia fronteriza y el estrechamiento de la colaboración entre las fuerzas de seguridad de los países implicados. Otro proyecto importante es el diseñado para perseguir la utilización de puertos en el este y sur de África como punto de partida del tráfico de drogas hacia Europa y América del Norte; en aplicación del mismo se crearon en cada puerto investigado unidades especializadas en la detección de cargamentos ilegales.


La Sección de Medidas Ejecutivas también tiene entre sus cometidos el asesoramiento de la Comisión de Estupefacientes de la ONU y sus órganos subordinados, así como la revisión y análisis de los informes anuales remitidos por los estados miembros, con los cuales el PNUFID puede identificar las tendencias globales y regionales del tráfico de drogas y prever qué dirección futura tomarán.


Programa Global contra el Blanqueo de Capitales del PNUFID (UNDCP's Global Programme against Money Laundering). Se puso en marcha este programa para ofrecer una respuesta coordinada desde la ONU a un problema cada vez más acuciante en la moderna sociedad globalizada. En efecto, las ingentes sumas de dinero amasadas por las organizaciones criminales gracias al tráfico de drogas han de ser convenientemente camufladas, ya que sólo así se puede ocultar su origen ilegal y se evita dejar rastros incriminatorios (por lo general, esos grupos obtienen también ingresos procedentes de otras actividades delictivas, como el contrabando de armas o los delitos financieros). Este proceso, conocido usualmente con el nombre de blanqueo o lavado de capitales, puede ocasionar graves trastornos a la estabilidad y el desarrollo económico de un país, ya que, de realizarse a gran escala y no ser atajado a tiempo, puede alterar parámetros básicos de la economía nacional como la demanda de efectivo o los tipos de cambio (con los consiguientes efectos en la economía internacional). Además, la mera sospecha de su existencia puede hacer quebrar la confianza de los inversores en las instituciones financieras que presuntamente dan cobertura a estas prácticas, así como en los países en vías de desarrollo que favorecen la recepción de esos flujos para fomentar un crecimiento que será, en el mejor de los casos, ficticio e imposible de mantener a largo plazo, ya que la reticencia de los agentes económicos impedirá disponer de inversiones estables y generadoras de riqueza.


La dimensión del problema se ha agravado en las dos últimas décadas, en las cuales se han consolidado unos canales de blanqueo de capitales que son utilizados para ocultar sus beneficios por traficantes internacionales de droga, organizaciones terroristas y agentes públicos corruptos, cuyas actividades se ven favorecidas por la mundialización de la economía y el vertiginoso desarrollo de las tecnologías de la comunicación, que se traducen en una mayor facilidad para el movimiento internacional de capitales. A ello contribuye también la creciente utilización de dólares en los mercados negros, la tendencia a la desregulación financiera, la consolidación del mercado único europeo y la proliferación de paraísos fiscales.


Ante todo ello, la función del Programa Global es auxiliar a los gobiernos en su persecución de quienes se valen del sistema financiero internacional para legalizar el dinero obtenido por el tráfico de drogas. Para ello, aporta formación en materia de análisis financiero, propone medidas de desarrollo legislativo y proporciona personal experto en los aspectos jurisdiccionales de la cuestión. Se ocupa también de reforzar los mecanismos legales e institucionales para la persecución del blanqueo de capitales, de lo cual es muestra su patrocinio de la creación en los diversos estados de unidades policiales de inteligencia financiera. También se ocupa de recoger y analizar datos estadísticos, y de coordinar las acciones contra el blanqueo de capitales promovidas conjuntamente por la ONU y otras instancias internacionales.


Comisión de Estupefacientes de la ONU. Fue creada en 1946 por el Consejo Económico y Social, y se trata del principal organismo de decisión política de la ONU en materia de drogas. En la fecha de su creación contaba con 13 miembros, que en 1991 se habían elevado hasta 53, en lo que fue una ampliación necesaria para que la representación en la Comisión estuviera en consonancia con la expansión mundial del tráfico de drogas. Su función principal es analizar el problema planteado en todo el mundo por el uso abusivo de drogas y desarrollar propuestas para reforzar el control internacional sobre las mismas; también se ocupa de supervisar la aplicación de los convenios internacionales y acuerdos sobre drogas, así como de reforzar la cooperación regional en la lucha contra el narcotráfico, para lo cual ha establecido órganos subordinados como la Subcomisión sobre Tráfico Ilícito de Drogas y Asuntos Relacionados en el Cercano y Medio Oriente, además de una red mundial de responsables nacionales de agencias de lucha contra la droga, que se reúnen por regiones con la presencia de miembros de las comisiones regionales del Consejo Económico y Social. En esos encuentros también toman parte observadores de otros estados y organizaciones intergubernamentales con responsabilidades en materia de drogas.


Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE). Es un órgano independiente de naturaleza judicial que fue creado en 1968 por la Convención Única de 1961 sobre estupefacientes, aunque ya había tenido antecesores durante el periodo de vigencia de los instrumentos internacionales sobre drogas aprobados por la extinta Sociedad de Naciones. Con su Secretaría radicada en Viena, sus actividades son financiadas por la ONU y su independencia descansa sobre su absoluta separación tanto de los gobiernos como de aquella organización, ya que sus trece miembros ejercen sus funciones a título personal y no en representación de institución alguna. Son nombrados por el Consejo Económico y Social, tres en función de una lista propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros tres presentados por los gobiernos.


Su cometido principal es auxiliar a los gobiernos a cumplir las previsiones de los tratados internacionales sobre fiscalización de drogas, de la cual se ocupa tanto en su dimensión legal como ilegal. Respecto a la primera, los esfuerzos de la JIFE se encaminan a asegurar el suministro para fines médicos y científicos, así como a evitar el desvío al tráfico ilícito de la droga fabricada, intercambiada y vendida lícitamente. Los instrumentos existentes para esa labor son los sistemas de previsión establecidos para averiguar las necesidades que tienen los estados de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, así como el sistema de información estadística que contribuye a la supervisión del comercio internacional de drogas. La vigilancia se extiende a la labor de control ejercida por los gobiernos sobre los productos químicos necesarios para la fabricación de drogas, con el fin de evitar su desviación al mercado clandestino. En cuanto al tráfico ilícito de drogas, el JIFE analiza y supervisa los sistemas nacionales e internacionales de lucha contra el narcotráfico, y elabora propuestas con el fin de subsanar sus deficiencias.


Asimismo, se ocupa de catalogar los productos químicos utilizados en la confección de drogas y a promover su fiscalización internacional. En el desempeño de esa labor puede sugerir a las instituciones especializadas o los órganos competentes de la ONU que presten asistencia técnica o financiera a los gobiernos que lo necesiten, con los cuales se mantendrá un diálogo permanente a través de consultas periódicas o misiones organizadas con la aquiescencia de los gobiernos.


También se ponen en marcha programas de capacitación del personal que en cada estado está empleado en la lucha anti-droga, y seminarios regionales que sirven para facilitar la cooperación tanto internacional como con el JIFE (son organizados conjuntamente por el PNUFID y otras organizaciones autónomas del sistema de la ONU, como la OMS, o ajenas a él, como la Organización Internacional de Policía).


De todas sus actividades se da cuenta en el informe anual, que se presenta ante el Consejo Económico y Social a través de la Comisión de Estupefacientes. En él se recoge un diagnóstico sobre el estado del problema de la droga en el mundo, y se sugieren las posibles medidas de urgencia a adoptar frente a cualquier tendencia susceptible de agravarlo. Ese documento viene acompañado por informes monográficos sobre determinadas sustancias estupefacientes o psicotrópicas, en los cuales se recogen las previsiones anuales de consumo por parte de cada país y se aportan datos sobre producción, fabricación, comercio y consumo de las mismas.


Administración de Justicia


El decomiso de drogas es sólo una manera de aumentar los costos y los riesgos de ser narcotraficante. La Estrategia Nacional de Control de Drogas de Estados Unidos en 1997 nos recuerda que todos nuestros recursos para la administración de justicia (militares y de inteligencia) deben trabajar conjuntamente para mejorar y coordinar mejor los esfuerzos para investigar, trastornar, desmantelar y destruir las organizaciones internacionales del narcotráfico.


Debemos aspirar a una época en la que se realicen investigaciones internacionales mejor coordinadas, de las organizaciones de narcotraficantes. Estas investigaciones deben ir acompañadas no sólo de nuestros compromisos individuales para llevar a finalización enjuiciamientos más efectivos, sino también de la capacidad para cumplir esos compromisos.


Una meta de la Estrategia Nacional de Control de Drogas de Estados Unidos en 1997 es la investigación, el enjuiciamiento y el desmantelamiento de los grupos más grandes nacionales e internacionales de narcotraficantes. Para lograr sus fines estas grandes redes del narcotráfico tienen tecnologías sofisticadas, combinando lo último en sistemas de comunicación y transporte, así como operaciones complejas para el lavado de dinero. Hemos logrado varios enjuiciamientos exitosos de grandes traficantes, en muchos casos debido a la cooperación sin precedentes entre las agencias locales de administración de justicia y de la fiscalía, y a la cooperación crucial de algunos de nuestros socios del hemisferio.


Ayuda Legal Mutua


Una de las maneras en que podemos aumentar estos esfuerzos cooperativos es mejorar nuestro intercambio de información sobre los narcotraficantes, los socios de éstos y las infraestructuras operativas y financieras de los carteles de la droga. Uno de los recursos más valiosos de los esfuerzos cooperativos de administración de justicia es el intercambio abierto y oportuno de información. Los mecanismos multilaterales y bilaterales, donde sean apropiados, nos ayudarán a investigar y perseguir a los delincuentes cuyas actividades y transacciones financieras cruzan las fronteras nacionales.


Una vez que se ha analizado la información y se han entregado las pruebas, debemos ser capaces de llevar a cabo hasta el final enjuiciamientos efectivos. Los enjuiciamientos efectivos requieren un sistema de justicia penal establecido, eficaz, honesto e incorrupto para llevar a la justicia a los narcotraficantes a fin de responsabilizarlos totalmente de sus actividades criminales. Este ideal no se alcanzará de la noche a la mañana. Los obstáculos que enfrentamos son reales y, en algunos casos, serán difíciles de superar: la corrupción, y la falta de recursos y de personal capacitado son sólo algunos de los obstáculos. No podemos pasar por alto estos problemas o pretender que no existen. Debemos dedicar nuestros mejores esfuerzos colectivos a efectuar mejoras en todos nuestros sistemas de justicia penal; no podemos darnos el lujo de permitir que se nos escape la oportunidad de actuar. Pero mientras trabajamos juntos para asegurar que cada uno de nuestros sistemas de justicia penal logre ese ideal, no podemos dejar escapar la oportunidad de realizar enjuiciamientos efectivos. Si lo hacemos, sólo permitimos que los mismos delincuentes que queremos derrotar se beneficien de la novedad, los errores y las diferencias temporales de nuestros respectivos sistemas legales.


La Extradición


Una de las herramientas más efectivas para negarles a los narcotraficantes algunos beneficios, especialmente los del refugio, es la extradición. Debemos ampliar y modernizar nuestra red de tratados de extradición y nuestras relaciones. La extradición es un tema difícil y delicado. Es un asunto que con frecuencia nos ha dividido en el pasado. Pero, en la realidad de los tiempos modernos, debemos considerar la extradición como una manera de unir a los países en esfuerzos cooperativos coordinados contra el narcotráfico internacional y otros delitos transnacionales.


Creemos firmemente que la extradición es una herramienta esencial para promover la justicia y el imperio de la ley. Asegura que los fugitivos sean arrestados y enjuiciados de la manera más efectiva posible. Se basa en el principio sólido y lógico de que un fugitivo debe ser enjuiciado en el lugar donde el delito se cometió o donde el efecto del delito se sintió más, y el sistema de justicia penal puede, en ese momento, garantizar mejor un enjuiciamiento efectivo con todas las garantías del debido proceso de ley. Esta es la misma jurisdicción donde es más probable encontrar las pruebas del delito, donde residen víctimas y testigos, y donde es mayor el interés de la comunidad en que se haga justicia.


La extradición es también un sistema efectivo, equitativo y humano de reconocer los derechos de las víctimas del crimen y de sus familias. Es hora de ponderar y proteger los derechos de las víctimas del tráfico de drogas transnacional, así como los de los delincuentes mismos. En nuestra opinión, los casos deben tratarse donde convenga más a los intereses de la justicia en general.
Si bien hemos logrado tremendos progresos en cuanto a conseguir la cooperación entre las naciones, puede hacerse mucho más. Además de mejorar en general las relaciones de extradición, nuestra meta común debería ser la entrega universal de los propios ciudadanos de un país a la jurisdicción penal de otros países, de acuerdo con el sitio donde se cometió el crimen, o el impacto que ha tenido, y la efectividad de la jurisdicción para asegurar un encausamiento pleno y justo. Los países deberían conceder la extradición de sus propios ciudadanos basándose en la teoría de responsabilidad de las propias acciones, donde quiera que se realicen. Los ciudadanos acusados de delitos que afectan significativamente a otros países deberían ser extraditados a esos países. La extradición de ciudadanos del propio país o de otros países es un mecanismo que se basa en la confianza entre las naciones.


Conclusiones y propuestas de soluciones


El éxito sustancial en estas diversas medidas no pondrá fin inmediato a la oleada de narcóticos ilegales, pero en algún momento de nuestro futuro reducirá significativamente la cantidad de drogas que fluyen a nuestras calles, pueblos y ciudades.


Tenemos ante nosotros un programa de trabajo increíblemente desafiante. Tenemos confianza en que junto a los demás países del hemisferio podamos responder como país a las amenazas nuevas que surjan. Como naciones separadas, no lograremos detener el progreso del narcotráfico trasnacional, sin embargo, al unir nuestros esfuerzos no podemos fracasar.


El Estado dominicano no sólo está amenazado, sino penetrado, y no solamente a nivel de los organismos dedicados a la represión sino que el traficante de drogas, con un criterio empresarial muy agudo, está tocando otros resortes de poder y ha reclutado una base estable de funcionarios estipendiados por este sector. No sólo eso, sino que estamos entrando en una fase peligrosísima de amenaza de violencia generalizada en el país.


Con la muerte natural del comunismo, el único enemigo actual para EE.UU. es el narcotráfico. Lo cierto es que este fenómeno delictivo ha distorsionado los vínculos de nuestro país con la Casa Blanca. Los créditos del FMI, Banco Mundial, BID, Club de París, el Grupo de los Siete, etc. están condicionados por EE.UU.


Nuestras relaciones con EE.UU. debieran ser transparentes. En la medida en que el pueblo dominicano conozca la verdad, terminarán los misterios, y especulaciones. Además, existen políticas que repercuten en nuestro país como la decisión de la Corte Suprema de estados Unidos de "secuestrar" en cualquier parte del mundo a sospechosos de narcotráfico y terrorismo. Esta medida sienta un funesto precedente en el Derecho Internacional, y se constituye en una aberración jurídica. No es más que una expresión de la "ley del más fuerte". Es curioso que esta "monstruosidad jurídica", venga de la Corte Suprema norteamericana, que se supone guardián del Estado de Derecho, el ordenamiento jurídico y las garantías constitucionales y los principios universales del Derecho.


En este contexto, ¿podemos esperar una convivencia internacional pacífica? ¿Con qué autoridad moral EE.UU exige respeto cuando es el primero en vulnerar las normas supranacionales? ¿Acaso no ha sido suficiente el caso Noriega de Panamá y Arce Gómez de Bolivia? ¿Que pasaría si algún país secuestrara a un norteamericano, lo juzgara y condenara fuera de EE.UU?


Aunque la Embajada norteamericana en Santo Domingo y el Gobierno aseguran que no habrá ningún secuestro en República Dominicana, nada garantiza que en cualquier momento esta "política del secuestro exterior" no se haga sentir, después que nuestra Suprema Corte de Justicia le niegue a Estados Unidos la extradición de un nacional dominicano. Los riesgos son mayores ya que somos un tránsito obligado de la droga hacia Estados Unidos y existen presuntos 'extraditables" y pedidos en la Suprema Corte de Justicia del país.


BIBLIOGRAFÍA


Caporal, José Antonio. "Tierra de nadie: por ineptitud y corrupción policial" Semanario Vértigo. 28 de noviembre de 2004. México. Año IV. No. 193. P. 14.
Díaz Aguilar, Cecilia Natalia. Tesis de Grado para obtener el grado de Maestra en Derecho Penal por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco intitulada "Inteligencia y Contrainteligencia contra el narcotráfico: estudio y propuesta de reforma al Derecho Penal contra la Delincuencia Organizada en México", defendida con éxito ante el Sínodo el 5 de octubre de 2004.
Reveles, José. "Inquisición civil, el regreso de la Edad Media: el terrible rostro de la justicia por propia mano" Entrevista a David Ordaz Hernández. Diario El Financiero. México. Número 6686. 29 de noviembre de 2004. P. 73.
Enciclopedia Universal Multimedia ©Micronet S.A. 1999/2000
Enlaces en Internet
http://www.undcp.org/;Página oficial del Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización de las Drogas -PNUFID- (idioma inglés).
http://www.usdoj.gov/dea/;Página oficial de la Administración Antidroga de los Estados Unidos -Drug Enforcement Administration; DEA- (idioma inglés).
http://www.mir.es/pnd/;Página oficial del Plan Nacional sobre Drogas (idioma español).
http://www.fad.es/;Página oficial de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción -FAD- (idioma español).
http://www.magic-es.com/coordinadora/;Página oficial de la Coordinadora de ONG's que Intervienen en Drogodependencias (idioma español).
http://www.unad.org/;Página oficial de la Unión Española de Asociaciones y Entidades de atención al Drogodependiente (idioma español).